Santiago de Cuba, 24 jul (RHC) Reluciente luce Santiago de Cuba, porque así como siempre quiso verla Fidel, y como lo pidiera hace cinco años el General de Ejército Raúl Castro Ruz, sus hombres y mujeres dedican al aniversario 65 de la gesta del Moncada, una ciudad más bella, ordenada, higiénica y disciplinada.
Nada ocioso resulta recordar que hace menos de seis años el huracán Sandy azotó la urbe con un alto saldo de destrucción en su fondo habitacional, entidades económicas, del comercio, sociales y recreativas, redes eléctricas y de telefonía, que junto al golpe a la foresta y el litoral, ensombrecieron la cotidianidad de sus habitantes, destaca una crómnica del periódico Granma.
En los ojos de los santiagueros era visible el dolor por la villa cercana al medio milenio destrozada, pero como ha señalado el primer secretario del Partido en la provincia, Lázaro Expósito Canto, un pueblo revolucionario, con fibras de mambises, pelea bajo cualquier circunstancia y jamás se rinde.
No pocas fueron las visitas de apoyo y acicate de Raúl, mientras que por vía telefónica Fidel estuvo siempre alentando y precisando las transformaciones que tenían lugar; transmitió el reconocimiento por la celebración de los 500 años de la ciudad el 25 de julio del 2015, y hoy más que nunca convoca y compromete su presencia aquí, donde siempre le esperará la victoria.
Ahora son 330 las obras económicas y sociales que honran en el 26 de Julio a la Generación del Centenario y a su guía, pero lo más importante no es solo la reanimación y el embellecimiento de la ciudad heroica, sino el alcance de numerosas acciones también en diferentes consejos populares, poblados y municipios del territorio.
Ante la imposibilidad de relacionarlas todas baste mencionar la terminación de mil viviendas de diversas tipologías, la apertura total o parcial de ocho hoteles, y la electrificación de más de 1 500 casas aisladas con celdas fotovoltaicas, a la vez que en la agricultura se entregan cebaderos de toros y centros de cría ovino-caprino, de conejos, gallinas guineas y codornices.
De igual forma, sobresalen las acciones de rehabilitación o la instalación de modernos equipos en diez hospitales, la puesta en funcionamiento de dos parques fotovoltaicos, cinco modernos gimnasios, tres nuevos círculos infantiles y numerosas escuelas, cinco cines, heladerías, clínicas veterinarias, comercios y puntos de ventas.
De mucha significación resultan la restauración de los museos 26 de Julio, Granjita Siboney y Abel Santamaría, de los 21 monumentos dedicados a los moncadistas en la carretera de Siboney y el Memorial Vilma Espín, así como de las salas de homenaje a José Martí, José Maceo, Juan Almeida y Eliseo Reyes (Capitán San Luis).
A escasas horas de la celebración del Día de la Rebeldía Nacional, las avenidas santiagueras exhiben vistosos pórticos con semáforos del primer mundo, fue renovada la pintura de los viales, se instalan 3 000 nuevas luminarias Led, las banderas cubanas y del 26 de Julio de gran porte ondean en sus enormes astas, y varios cientos de menor dimensión se colocan por toda la ciudad.
«Se ven un gran ambiente y mucha alegría –destacó Expósito Canto a Granma–, el esfuerzo es enorme en las obras y las tareas de la economía, y a ese resultado debe corresponderse con amor, dignidad y disciplina, porque aquí tenemos a Fidel, quien nos enseñó a luchar por la justicia y nos legó esos imprescindibles valores».
A todo lo anterior se sumarán otras muchas iniciativas que sustentan la cotidianidad, elevan la imagen pública y engalanan la ciudad en general, para que así como tras el golpe de Sandy, Raúl expresó: «Santiago conmueve, parece una ciudad bombardeada», ahora pueda exclamar: Santiago emociona, parece una ciudad renacida.
(Granma)