La Habana, 11 ju (RHC) «Debemos desarrollar una vocación exportadora en todas las entidades. Tenemos que sustituir importaciones, porque mientras menos gastemos habrá más dinero para recircular en nuestros procesos productivos», expresó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ante los diputados de la comisión de Atención a los servicios, quienes recibieron una información actualizada acerca de la Ley 118, que regula lo referente a la inversión extranjera en Cuba.
Los parlamentarios conocieron que la Cartera de Oportunidades de Negocios impulsada por el Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera comprende más de 500 proyectos de diferentes sectores, entre los cuales destaca el turismo, resalta el periódico Granma.
La introducción de capital foráneo en nuestra economía es hoy parte esencial de la estrategia de desarrollo, de ahí que sea una de las líneas más atacadas por el Gobierno de Estados Unidos. No obstante, como manifestó el primer mandatario cubano, a pesar de las presiones que reciben los inversionistas y las entidades radicadas en nuestro país, todos han mantenido una posición firme en rechazar el carácter extraterritorial de las leyes estadounidenses, principalmente de la Helms-Burton.
«Ninguno se ha ido, algunos han presentado proyectos nuevos y han dicho que están dispuestos a cerrar los negocios en otros lugares por mantenerse aquí. Eso tiene que ver con esas potencialidades y la seguridad para entablar negocios en Cuba», aseguró Díaz-Canel. Explicó que los empresarios conocen cuánto nos afectan el recrudecimiento del criminal bloqueo y la persecución financiera, pero confían en la seriedad de la dirección de la Revolución para cumplir con sus compromisos.
El Presidente señaló la necesidad de, a través de los negocios, propiciar la entrada de capital, tecnología y conocimiento para el crecimiento económico del país. «No invertiremos en cualquier cosa, sino en los sectores claves y priorizados, muy bien definidos en la ley cubana, siempre defendiendo la soberanía y la independencia», puntualizó, y enfatizó en la necesidad de ampliar y diversificar las exportaciones para la entrada de liquidez financiera, que pueda beneficiar a los programas sociales acometidos por la Revolución.
Recalcó la vocación exportadora que debe primar en la empresa estatal cubana y para ello es necesario fortalecer la industria nacional, y esta se debe articular para aportar los productos demandados por los inversionistas extranjeros. «En la misma medida en que la producción nuestra se encadene y le aporte productos y servicios a la inversión extranjera, el inversionista foráneo acudirá menos al mercado exterior», añadió.
Reconoció que es el turismo el sector con mayor cantidad de inversiones foráneas y recabó de los trabajadores del ramo más eficiencia y rentabilidad, por ser una fuente de ingresos estable en cuanto a sus aportes al sistema financiero nacional. Por ello –dijo– «es el blanco de los ataques del enemigo, para obstaculizar la llegada de turistas y presionar a las agencias».
Anteriormente intervinieron los ministros Eduardo Rodríguez Dávila (Transporte), Betsy Díaz Velázquez (Comercio Interior), Manuel Marrero Cruz (Turismo) y el viceministro de las Comunicaciones Ernesto Rodríguez, quienes explicaron cuáles han sido los negocios con empresas mixtas abiertos en la actualidad con beneficio para ambas partes. Igualmente reconocieron dificultades, como lentitud en dar respuesta a la parte extranjera, avance demorado con la tramitación y la documentación, e insuficiente experiencia en la contratación de materias primas.
No obstante, se percibe un mayor interés por las garantías cubanas en cuanto a seguridad ciudadana, alta calificación de la fuerza laboral y los valores humanos de la población, como su entrega y dedicación a la actividad profesional.