Ottawa, 20 mar (RHC) El artículo Cuba, campeón olímpico de la solidaridad, del autor Jacques-Lanctôt, ocupa hoy el espacio de opinión del diario Le Journal de Montréal con la historia reciente de generosidad en la odisea del crucero británico MS Braemar.
Lanctôt en su cónica mostró hechos y argumentos que pusieron al denudo las líneas de la prensa de Occidente en más de seis décadas contra Cuba, tildada hasta de una amenaza para la paz mundial, con un verdadero bloqueo comercial y económico a su alrededor.
La misma isla que acogió al MS Braemar, propiedad de una compañía británica, con más de mil personas a bordo -682 pasajeros y 381 miembros de la tripulación? que navegaba esta semana muy cerca, sin posibilidades de atracar en puerto seguro.
De los turistas a bordo, cinco estaban infectados con el coronavirus SARS-Cov-2 y algunas otras en cuarentena, circunstancia que motivó al galeno del crucero a emitir varias razones para solicitar ayuda de las autoridades del país bloqueado.
Entre los argumentos esgrimidos cuenta que Cuba tiene 'una sólida reputación de ayuda internacional. Más de 28 mil profesionales de la salud cubanos trabajan en 34 países, muchos de los cuales informaron de casos de pacientes con el nuevo coronavirus', informó.
Los médicos cubanos se distinguieron en la lucha contra el Ébola en África occidental en 2014 y en el terrible terremoto de Haití en 2010, por mencionar sólo dos hechos, con los que el médico del barco convenció al capitán, expuso.
Se pusieron en marcha 'las mayores medidas de seguridad. La operación duró varias horas. Me imagino el dolor de cabeza que fue transportar a toda esta gente en autobús desde el puerto de Mariel, en las afueras de La Habana'.
La operación concluyó en el aeropuerto José Martí de La Habana, sin interferir en las actividades cotidianas de esa terminal aérea internacional y sin poner en peligro la salud de los demás pasajeros.
Reino Unido envió cuatro aviones jumbo jets -incluyendo una aeronave hospital- que finalmente despegaron uno tras otro en la tarde del miércoles y hasta las primeras horas del jueves pasado.
Lanctôt elogió la cruzada en su crónica 'Misión cumplida. Muchos de los pasajeros del barco errante agradecieron a Cuba mientras subían las escaleras que conducen al avión en la pista de la Terminal 5 del aeropuerto de La Habana'.
'Tal vez tengan ganas de volver algún día a este pequeño país bloqueado que, a pesar de todas las dificultades y privaciones, demostró una generosidad y una solidaridad ejemplares', destacó.
Lanctôt, además, denunció el abordaje de los diferentes gobiernos de Estados Unidos a barcos que se acercan a Cuba, ya sea por razón de negocios o porque esas embarcaciones y sus pasajeros simplemente quieren pasar unas horas o días en la isla para descubrir sus tesoros. (Fuente:PL)