La Habana, 12 may (RHC) El ataque terrorista contra la embajada de Cuba en Washington es resultado directo de la política de violencia contra la isla promovida por el gobierno de Estados Unidos, denunció el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
En conferencia de prensa desde la sede de la Cancillería, en La Habana, el titular de Relaciones Exteriores subrayó que quien entienda que actúa en línea con esa política puede sentirse alentado a cometer actos violentos, como el que sufrió la sede diplomática el pasado 30 de abril.
Rodríguez Parrilla calificó el hecho de ataque terrorista, y presentó evidencias de las relaciones del autor de la agresión, Alexander Alazo, con organizaciones y personas que en Estados Unidos, en particular en Miami, se pronuncian incluso por la eliminación física de líderes cubanos.
El canciller señaló los vínculos de Alazo con los congresistas Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, además con varios cubanos con historial agresivo contra su país en el Centro de Adoración de Jesús en Doral, en Miami Dade, incluido el pastor Frank López.
En tal sentido el ministro de Relaciones Exteriores exhortó al gobierno norteamericano a investigar a fondo los vínculos y las conexiones con grupos e individuos con trayectoria de instigación a la violencia y el terrorismo con respecto a Cuba, como los que se reúnen en ese centro religioso.
También exigió a a Washington determinar de dónde salió el dinero para el ataque terrorista contra la legación cubana, toda vez que el atacante refiere problemas económinos y no tener vínculo laboral conocido.
Sobre la anterior actitud de Alazo, el titular de Exteriores refirió que este siempre había actuado con normalidad durante su residencia en la isla, sus ocho visitas al país luego de emigrar a México (2003) y posteriormente a Estados Unidos (en 2015 fue la última estancia en la isla) y sus contactos consulares con funcionarios cubanos.
Rodríguez Parrilla cuestionó cómo una persona con actitud pacífica se transforma en alguien que viaja de un estado a otro y lanza un ataque armado contra una embajada en ese país, y además emplazó al gobierno estadounidense a explicar qué conoce sobre los vínculos de Alaso con los sectores anticubanos reunidos en el centro religioso de Doral.
Ante versiones de que se trató de un 'crimen de odio', aseveró que en tal caso es resultado de la promoción de la violencia contra la mayor de las Antillas y la tolerancia de las autoridades del país norteño.
El canciller de Cuba subrayó que La Habana espera por resultados de una investigacion exhaustiva y a fondo de este ataque terrortista, de lo cual debe responder el secretario de Estado, Mike Pompeo.
'Veremos si el gobierno de Estados Unidos encuentra una relacion plausible entre el atacante y organizaciones terroristas', subrayó.
Remarcó que Mike Pompeo hace mutis respecto al ataque a tiros contra la embajada cubana, mientras repite casi a diario calumnias contra la cooperación sanitaria internacional de Cuba y la labor de sus médicos, incluso en el combate a la Covid-19 en otras latitudes.
Dijo que existen evidencias de la participacion de funcionarios estadounidenses en operativos de hostigamiento contra médicos cubanos durante el golpe de Estado en Bolivia.
Nadie podría olvidar la larga y cruenta historia de terrorismo contra las misiones diplomaticas de Cuba y sus funcionarios, indicó el ministro.
Remarcó que el servicio exterior de Cuba tiene '11 martires', uno de ellos el diplomático ante Naciones Unidas, Félix García, asesinado el 11 de septiembre de 1980 en la avenida Queens, de Nueva York.