En entrevista con Prensa Latina, a propósito del aniversario 125 de la muerte del prócer independentista, el doctor en Letras y Ciencias Humanas precisó que Martí (28 de enero de 1853-19 de mayo de 1895) dejó más que un ejemplo, una lección de conducta moral y ética, y de cómo actuar en la vida siempre de forma digna y decorosa.
La Revolución cubana encarna esta visión martiana, que ha ayudado al pueblo de la mayor de las Antillas desde 1959 a enfrentar las dificultades y las agresiones, insistió el historiador y escritor, uno de los más reconocidos estudiosos del apóstol de la independencia del país caribeño.
De acuerdo con Estrade, al prócer es necesario recordarlo a diario como ejemplo de ser humano, de dignidad y de una actitud crítica ante el mundo y sus desigualdades.
Por eso creo que la vigencia de Martí podemos enfocarla desde al menos tres ejes, el de la dignidad, ya mencionado, el de la coherencia entre el pensamiento y la acción y el de la defensa de la libertad y la solidaridad, subrayó.
El profesor emérito de la Universidad de París 8 destacó que su conducta estuvo marcada por la sintonía entre 'lo que pensó, dijo e hizo, algo fundamental como actitud humana'.
Obrar de manera consecuente con lo pensado y lo dicho es sin dudas otra lección de Martí y uno de los valores universales de su legado, expuso.
Para Estrade, también de gran importancia es el mensaje del Héroe Nacional cubano de libertad de pensamiento y de respaldo a los más oprimidos.
'Se trata de un hombre libre que miró y observó, sin darle igual valor a todo lo que acontecía y veía, mostrando preocupación por la suerte de la gente más pobre y desheredada, los indios, los negros, los obreros, y también de los pueblos oprimidos por el colonialismo', acotó.
(Prensa Latina)