Museo El Abra
La Habana, 13 oct (RHC) El historiador Julio César Sánchez Guerra, con verbo encendido, recordó este martes al 13 de octubre de 1870 cuando llegó José Julián Martí Pérez, con apenas 17 años de edad, junto a su custodio a la Finca El Abra de la entonces Isla de Pinos.
Hace 150 años de aquel suceso y todavía es una incógnita para los estudiosos: a bordo de cuál embarcación arribó a la extinta isla carcelaria, el río por donde navegó, la hora precisa de su desembarco y su primer desayuno en la propiedad de la familia del ingeniero militar español José María Sardá, dijo el investigador en la rememoración de aquel acontecimiento.
Comentó que es una verdad contundente que aquí se salvó cuando en 1870 Doña Trinidad Valdés lo recibió con el dolor a cuesta por los rigores del presidio político y la vehemencia de quien un año antes esbozara sus ideales patrios en Abdala, en visión anticipada de su propia existencia.
Precisamente en ese escenario, otro de los altares de la Patria, tuvo lugar el acto central por la efeméride de trascendencia nacional, encabezado por Zunilda García Garcés, primera secretaria del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba, Liván Fuentes Álvarez, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, y Adiel Morera Macías, intendente de Consejo de la Administración.
La conmemoración se inició con una marcha, que partió desde el parque General Lacret, antigua plaza de armas Isabel II, sitio -donde se encuentra el edificio de la antigua comandancia militar- al que asistía José Martí al pase de lista los domingos, en su condición de preso político con el perímetro de la ciudad por cárcel.
En el acto, Beatriz Gil Sardá, biznieta del matrimonio benefactor, recibió la orden Pablo Porras Gener, máxima distinción que otorga la filial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba de manos de su presidente Rafael Carballosa Batista, por la contribución de esa familia a la historia y cultura de la Patria.
Recordar la presencia en tierra pinera de quien devino Apóstol de Cuba es reconocer además el papel de la matriarca Trinidad Valdés durante los 65 días que veló por la quebrantada salud del adolescente, atendió con esmero sus ojos dañados por la cal y curó las llagas de su cuerpo.
A casi dos kilómetros de la ciudad de Nueva Gerona se encuentra el actual museo Finca El Abra, donde aún se conservan la carta que en agradecimiento envió el joven José Martí desde España a la esposa Sardá, junto a un crucifijo y una foto, en la cual testifica: “Trina, solo siento haberla conocido a usted, por la tristeza de tener que separarme tan pronto”.
Cuando se recuerda este aniversario de un suceso que impactó en la vida y obra de quien llegaría a ser el Héroe Nacional cubano, en el municipio especial se concibió un programa de actividades en el cual se incluyó el reconocimiento a Mongo Rives y a Arnold Dixón (Sonny boy), exponentes de la cultura local, y el aporte de los jóvenes a la producción de alimentos. (Fuente: ACN).