Díaz-Canel llamó a tener más cuidado con los niños para evitar que se contagien con la peligrosa enfermedad.
Foto: Archivo/RHC
La Habana, 10 mar (RHC) El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel destacó este miércoles que la ciencia estudia las secuelas que deja la COVID-19 en pacientes de edades pediátricas.
En su cuenta en Twitter, señaló que en un año de la pandemia, ni niños ni adolescentes han fallecido por esta enfermedad en el país, no obstante, más de seis mil 300 se han contagiado, 270 en las últimas 48 horas.
Ni niños ni adolescentes han fallecido por #Covid19 en #Cuba, en un año de pandemia, pero más de 6300 se han contagiado, 270 en las últimas 48 horas. La Ciencia estudia las secuelas que deja en ellos la enfermedad. Cuidarlos es prioridad. #QuedateEnCasa #CubaViva pic.twitter.com/K5VS4BVxv1
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) March 10, 2021
El mandatario recibió tal información de la doctora Lissette López González, jefa del Grupo Nacional de Pediatría, durante un nuevo encuentro con científicos y expertos que trabajan en el enfrentamiento al nuevo coronavirus.
López González comentó que en esta tercera ola de contagios ha sido significativo el número de pacientes pediátricos que han requerido cuidados intensivos: 51, entre graves y críticos.
Al referirse a las secuelas en su salud mental, explicó que de los mil 289 que se han estudiado, poco más del 32 por ciento desarrolló conductas de riesgo al enfermar, como el sobreconsumo de tecnologías, comportamientos rebeldes y desafiantes, voluntarismo, exceso de apego, irritabilidad, miedos y pesadillas.
Otro 14,1 por ciento tuvo alguna sicopatología a partir del evento de enfermar de la COVID-19, entre ellas trastornos por ansiedad de separación, depresión, fobias, pánicos y tics transitorios.
“Con la intervención terapéutica rápida, estos problemas han sido revertidos y no han quedado secuelas sicológicas permanentes”, aclaró la doctora.
Desde el punto de vista biológico también se han determinado impactos del SARS-CoV-2 en la salud de infantes y adolescentes, lo cual rompe los mitos iniciales y demuestra que los niños sí se enferman y arrastran síntomas en el tiempo. (Fuente: ACN)