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La Habana, 8 jul (RHC) El primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz- Canel aludió este viernes a la declaración de principios revolucionarios emanada tras los debates de intelectuales y artistas y calificó a la cultura como espada y escudo de la nación.
Desde el Palacio de Convenciones, en La Habana, el mandatario apreció la promoción de los valores y el rescate de la memoria histórica desde la emergencia de nuevas producciones audiovisuales y reconoció la labor emprendida por los miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
El jefe de Estado agradeció el aporte de los creadores, especialmente, en estos dos últimos años frente a las pandemias actuales: la Covid-19, el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, la guerra mediática y el boicot a eventos como la Bienal de La Habana.
En su intervención al cierre del Consejo Nacional de la Uneac, dedicado al aniversario 120 del natalicio del Poeta Nacional Nicolás Guillén (1902-1989), Díaz-Canel resaltó el trabajo de las comisiones en la formación integral de los ciudadanos y la difusión del arte y las tradiciones en la sociedad.
“El socialismo nos salvó durante la crisis epidemiológica mundial”, acotó el presidente de la República, y refirió que el venidero 11 de julio el pueblo y la Revolución celebrarán el desmontaje de un golpe de Estado vandálico y consideró que la defensa a nuestro modelo permitirá la superación de la crisis económica actual.
A su juicio, los debates acontecidos este viernes y la calidad de las discusiones confirman que el IX Congreso de la Uneac no concluyó en junio de 2019, y recordó las reuniones sistemáticas de los artistas, intelectuales y académicos con la máxima dirección del país.
El dignatario argumentó que la Covid-19 no paralizó las propuestas e iniciativas de la institución, “cuyo empuje fue decisivo en la recomposición de los ánimos”, y reveló la larga y profunda batalla emprendida contra la colonización cultural y sus graves consecuencias históricas.
Igualmente, señaló la importancia que el imperio estadounidense le confiere a la guerra cultural, de ahí el acoso permanente y los intentos por comprar a relevantes personalidades del entramado social cubano.
“Frente a ese continuo golpe a las ideas y modos de ser en el intento de ganar mentes y corazones, es preciso apelar a las armas fundamentales del arsenal político del líder de la Revolución Fidel Castro: la educación del pueblo y el impulso del pensamiento crítico”, subrayó. (Fuente: PL)
