El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, calificó de extraordinaria la labor de los trabajadores de la central termoeléctrica (CTE) de Cienfuegos
Cienfuegos, Cuba 4 sep (RHC) El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, calificó de extraordinaria la labor de los trabajadores de la central termoeléctrica (CTE) de Cienfuegos, entre las más eficientes y estables del país.
En recorrido por la CTE Carlos Manuel de Céspedes, el mandatario se interesó por el estado de la planta, que aporta actualmente 270 megawatt (MW) al Sistema Eléctrico Nacional, en medio de un complejo escenario de déficit de generación producto de roturas y la escases de combustible.
Allí conoció que uno de los principales retos del colectivo laboral en la actualidad es concretar el mantenimiento previsto en la unidad número 3 de la central, lo cual permitirá poner a generar toda su la capacidad instalada, que es de 158 MW.
Al concluir su visita, el gobernante exhortó a los trabajadores a continuar sus esfuerzos para contribuir con la solución de la actual situación electro-energética del país, que obliga el corte programado de ese vital servicio.
Previamente, Díaz-Canel acudió también en esta urbe al centro especializado ambulatorio Héroes de Playa Girón, institución donde desde hace 13 años se atienden diversas especialidades de manera ambulatoria.
Entre otros servicios, allí se realizan unas cuatro mil cirugías ambulatorias en el año, y se alista una ampliación en el área de hemodiálisis, donde se pondrán a disposición de los pacientes 15 nuevos riñones artificiales.
Es lindísimo que podamos tener así las cosas, en un momento tan duro como el que estamos viviendo en el país, afirmó el jefe de Estado al reconocer el trabajo de la institución.
Asimismo, plasmó en el libro de visitantes: «Está es también una visión del futuro Socialista de la Revolución».
La visita del presidente a esta ciudad se produce en el contexto de las conmemoraciones por el aniversario 65 del levantamiento popular que tuvo lugar aquí el 5 de septiembre de 1957 contra la tiranía de Fulgencio Batista (1952-1958). (Fuente: Prensa Latina)
