El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reconoció hoy los desafíos del país en medio de una aguda crisis económica y un contexto internacional adverso
La Habana, 11 dic (RHC) El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reconoció hoy los múltiples desafíos del país en medio de una aguda crisis económica y un contexto internacional adverso, que tienen repercusiones en el ámbito económico y social nacional.
Vivimos momentos de crisis multidimensional a nivel global, que se acentúa mucho más para el caso cubano debido al impacto del recrudecimiento del bloqueo estadounidense, señaló el mandatario, quien significó que en ese escenario los problemas internos acumulados se sienten con mayor fuerza.
En diálogo con los diputados de la comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el jefe de Estado detalló las contradicciones a las que se enfrenta la nación caribeña en su afán por sostener su modelo social, sin apelar a medidas neoliberales.
Puso como ejemplo que en medio de las dificultades con el suministro de energía, la isla recurrió al arrendamiento de centrales flotantes de generación, las cuales se pagan en divisas, pero el país no cobra el servicio a la población en esa moneda y tampoco subió los precios de este renglón.
Se trata de un sector completamente subsidiado, explicó, y en este año representó la mayor parte de la erogación de divisas, tanto para la compra de combustibles como para adquirir piezas e insumos necesarios en las reparaciones y mantenimientos, imprescindibles para superar las dificultades.
El presidente añadió que ese dinero hay que generarlo en otras áreas productivas, para las cuales también se requieren recursos financieros.
Son nuestros desafíos, apuntó, garantizar la canasta básica normada, los recursos para la educación y la salud…, y lo más sencillo sería recurrir al incremento de precios como hace la mayor parte de los países, sin embargo, nuestro sistema de justicia social nos exige buscar otras alternativas.
Díaz-Canel aludió a problemas persistentes como la inflación, el exceso de liquidez concentrada en una parte de la población, que puede comprar los productos aunque estén caros; también la existencia de personas que operan al margen de la legalidad y ganan más dinero que quienes aportan a la sociedad. Al respecto dijo que la lucha contra los delitos y las ilegalidades es de todos y en todos los sectores, porque la sociedad cubana no puede darse el lujo de mantener a quienes pueden trabajar y, además, viven de explotar a los que aportan. “Es algo que debemos resolver en medio de la crisis”, enfatizó.
Solucionar el gran desequilibrio entre oferta y demanda, la situación de las empresas con pérdidas o las que emplean mal las facultades otorgadas, y atender mejor a las personas en situación de vulnerabilidad, con un enfoque de verdadera transformación social y no de asistencialidad, son igualmente asuntos a los cuales el Gobierno presta atención, significó.
El difícil momento que vivimos lo vamos a superar también, subrayó, hay estrategias, medidas, que no dan saltos cuantitativos inmediatos, pero sí rinden frutos.
Tenemos que apelar a la resistencia creativa, potenciar el desarrollo local y los sistemas productivos locales, fundamentalmente aquellos que no dependen de divisas, así como desarrollar la economía circular y estimular la innovación, agregó.
“Con resistencia creativa vamos a vencer, es un camino que lleva esfuerzo, sacrificio, voluntad, pero es un camino, y tenemos que superar el bloqueo recrudecido”, concluyó.