La Habana, 23 ene (RHC) Entre el 20 y el 22 de este mes visitó Cuba una delegación presidida por Daniel Sepúlveda, subsecretario adjunto del Departamento norteamericano de Estado y coordinador para la Política Internacional de las Comunicaciones y la Información.
Acompañaron también al diplomático estadounidense el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones Thomas Wheeler, y otros funcionarios de los departamentos de Estado, Comercio y Tesoro, así como una representación de empresas del país norteño del mencionado sector.
Los visitantes se reunieron con el vicetitular del Ministerio de las Comunicaciones, Jorge Luis Perdomo, así como con funcionarios de esa cartera, y de la Cancillería cubana y del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera. También dialogó la representación norteamericana con miembros del sector empresarial y académico vinculado a la esfera.
El encuentro dio continuidad al de marzo del 2015, y según se informó, transcurrió en un clima positivo, durante el cual se intercambiaron opiniones sobre la utilización de Internet para el desarrollo económico y social, y el contexto regulatorio para el uso de la red de redes.
Un tema primordial fue el de los efectos del bloqueo en la esfera de las telecomunicaciones, incluyendo las dificultades que tiene Cuba para el acceso a sitios de Internet estadounidenses que son claves para el desarrollo científico-técnico y económico de Cuba, así como el alcance y las limitaciones de las nuevas regulaciones adoptadas por el gobierno estadounidense para este sector.
Mientras el sitio web cubano www.cubadebate.cu publica un artículo divulgado por el Blog del Estudiante, Anjali Bhatla, que se cuestiona el burocratismo enfrentado por las autoridades estadounidenses para hacer realidad la normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
El autor cursa estudios en el James A. Baker III Institute for Public Policy, y reside en Houston Chronicle. Identifica en su comentario varias de las áreas comunes en que han trabajado ambos países y los obstáculos al buen desempeño de esas relaciones comerciales.
“La realización de negocios con Cuba sigue siendo difícil, prohibiendo a las empresas de biotecnología en los EE.UU. la venta de importantes equipos de investigación para el sector médico de Cuba. Además, los fondos de investigación federales en los EE.UU. no se pueden utilizar para apoyar los esfuerzos de investigación conjunta con Cuba, creando una barrera importante para la colaboración”, destaca el material.
Señala además que la principal barrera continúa siendo el genocida bloqueo económico, comercial y financiero impuesto desde 1962 por las sucesivas administraciones de Washington, que no variado en su esencia y sigue siendo muy efectivo para sancionar a las empresas con deseos de negociar con Cuba.
“Como el levantamiento completo del bloqueo contra Cuba tomará tiempo, -divulga el material- la promulgación de políticas de diplomacia de salud que permitan a los científicos de Estados Unidos trabajar en Cuba, así como permitir que los fondos federales de investigación sean utilizados en proyectos conjuntos de investigación, son pasos que se pueden tomar para fomentar las asociaciones de investigación entre los EE.UU. y Cuba. Dada la larga historia de la diplomacia médica de Cuba en América Latina, el vínculo de la diplomacia de la salud mundial con la Isla también puede ser un mecanismo para que los EE.UU. aumenten su influencia estratégica en la región”.
El autor asevera la necesidad de que productos farmacéuticos y biotecnológicos producidos en Cuba lleguen a la población del país norteño, principalmente las vacunas como las del cáncer de pulmón, la meningitis B y la hepatitis B.
Afirma: “centrarse en problemas de salud mundial sería la forma más efectiva para iniciar una relación de trabajo entre los EE.UU. y Cuba. Las enfermedades tropicales, que incluyen enfermedades infecciosas de importancia emergente como el dengue, la chikungunya y el virus del Zika, proporcionan una importante oportunidad para la colaboración científica entre Estados Unidos y Cuba”.
Concluye que la salud mundial se ha convertido en una prioridad, mientras Cuba y los EE.UU, en esta área se debe seguir avanzando en políticas para establecer relaciones diplomáticas.