París, 31 ene (PL) La relación entre Cuba y Francia entra en un nuevo período, otra época, afirmó Jean-Pierre Bel, enviado personal del Presidente de la República para América Latina y el Caribe.
Es la mejor que ha existido, un nivel de relación excelente que se expresa en una confianza recíproca, en un respeto profundo, expresó durante una entrevista con Prensa Latina.
Remarcó que el viaje del mandatario François Hollande a La Habana en mayo de 2015 fue una señal muy fuerte bien recibida por las autoridades cubanas. La visita del presidente Raúl Castro a París va a consagrar todos los pasos de avance que hemos alcanzado juntos, enfatizó Bel.
A su juicio, las visitas a ese nivel son necesarias, esenciales y muy importantes porque pueden conferirle impulso al resto, le imprimen sentido a los lazos bilaterales.
Sabemos que Cuba es un país que tiene sus compromisos. Eso lo vimos durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático efectuada en diciembre pasado en esta capital, ya que nuestros amigos cubanos estuvieron muy cerca de nosotros y nos ayudaron mucho para llegar al éxito de dicho evento, subrayó.
En un plan más institucional, significó, se trata de una relación bilateral muy fuerte porque los amigos cubanos han reiterado que Francia es el interlocutor privilegiado en la Unión Europea (UE).
El funcionario recalcó que en el seno de la Unión, Francia ha tratado de cambiar las cosas y de hacer mover la Posición Común que introdujo formas de discriminación y embargo sobre Cuba. Francia siempre ha querido salir de esa situación, recalcó.
Cuando yo era presidente del Senado, realicé en 2013 la primera visita oficial a la mayor de las Antillas de una personalidad gala en 30 años. Posteriormente, las relaciones prosiguieron con el viaje del canciller Laurent Fabius en 2014, de varios ministros y Hollande, añadió.
Al mismo tiempo, insistió, se lleva adelante una relación de confianza. Comenzamos a trabajar en proyectos importantes.
Tenemos empresas que trabajan cada vez más en Cuba. Pienso por supuesto en Pernod Ricard que es ejemplo de una asociación entre una empresa francesa y una cubana, Cuba Ron SA; también en el grupo empresarial del sector petroquímico y energético Total; entre otros, ejemplificó.
Bel destacó que existe cooperación en áreas como la educación, la cultura y el comercio.
Desde el éxito de la negociación con el Club de París sobre la deuda cubana, sabemos que Francia va a tener los medios para verdaderamente participar en grandes proyectos. Por ello, pienso que hay un gran trabajo en lo adelante, acentuó.
En su opinión, para alimentar la relación bilateral hay que proseguir la vía por la que comenzaron. "Son los cubanos quienes deciden su futuro, su destino, su camino".
Les corresponde a ellos ver sobre qué formas y en qué áreas quieren que les acompañemos. Hemos intercambiado sobre proyectos importantes como las redes ferroviarias y el crecimiento verde. También queremos participar en el desarrollo de la Zona Especial del Mariel, apuntó.
Queremos participar en el desarrollo del pueblo cubano de la manera más armoniosa posible, acotó.
El funcionario expresó que el Estado actual de los vínculos entre Cuba y Francia puede contribuir a reforzar los existentes entre América Latina y el Caribe y Europa.
Cuba tiene una importancia geopolítica que está más de su tamaño en la demografía o la geografía. Es un país que es mirado y escuchado en América Latina, observó.
Para Bel, la posición de Francia con relación a la nación caribeña da más visibilidad a lo que quiere hacer el gobierno galo en esa región, es decir, tener lazos más estrechos con cada uno de sus países.
Tras la visita del presidente francés a la isla, para nosotros la visita de Raúl Castro es también histórica. Vamos a construir juntos muchas cosas, un futuro para Cuba y también para nosotros. El futuro de Francia pasa también por lo que pasa en América Latina y el Caribe, concluyó.
El presidente Raúl Castro llegó el sàbado a Paris en visita de estado a Francia.