Santiago de Cuba, 16 mar (RHC) La Protesta de Baraguá fue recordada bajo los mangos a cuya sombra el Mayor General Antonio Maceo reafirmara virilmente, hace 138 años ante las autoridades militares españolas, la decisión de seguir luchando por la plena independencia y la abolición de la esclavitud en Cuba.
Como recuerda una tarja situada en el obelisco que perpetúa el hecho calificado por José Martí como “de lo más glorioso de nuestra historia”, aquel 15 de marzo de 1878, al rechazarse el convenio de paz celebrado en el Zanjón el 9 de febrero del mismo año, se protagonizó uno de los rasgos más osados e insuperables de la América batalladora, destaca el periódico Granma.
Fieles a tan glorioso legado, a nombre del pueblo cubano un destacamento de las FAR colocó al pie del monumento una ofrenda floral dedicada a Antonio Maceo, y pioneros del seminternado Mayor José Sierra Ramos, del poblado de Mangos de Baraguá, escenificaron la Protesta en su auténtico escenario.
Igualmente inspirados en ese legado, 54 jóvenes de diferentes municipios y sectores de la vecina provincia de Holguín, recibieron el carné que los acredita como nuevos militantes de la UJC, y un grupo de estudiantes de la Universidad Metalúrgica de Moa, doctor Antonio Núñez Jiménez, realizaron una acampada en el histórico lugar.
Al tributo encabezado por el miembro del buró del Partido en la provincia santiaguera, Hermes Alonso Sánchez, y la vicepresidenta del Consejo de la Administración Provincial, Madelaine Cortés Barquilla, asistieron también los máximos dirigentes del Partido y el gobierno en este municipio, y jefes y oficiales de las FAR y el Minint.