Por: Pedro Martínez Pirez

En la sede habanera de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, la ACNU, volverá a recordarse esta semana el asesinato por la policía de la dictadura de Fulgencio Batista, en 1958, del joven periodista Carlos Bastidas Argüello, quien estuvo durante varias semanas en la Sierra Maestra con los guerrilleros encabezados por Fidel Castro.

El encuentro es auspiciado por la Comisión de Prensa de la ACNU y rinde homenaje al último periodista asesinado en Cuba, el 13 de mayo de 1958, un joven ecuatoriano que dos días antes había llegado a La Habana procedente de la Sierra Maestra y fue detectado por los servicios de inteligencia de la dictadura batistiana.

Bastidas, nacido en 1935 en la ciudad ecuatoriana de Milagro, era pese a su juventud un brillante periodista que había dado cobertura a varios acontecimientos internacionales, entre ellos los derrocamientos de las dictaduras de Rojas Pinilla, en Colombia, y de Pérez Jiménez, en Venezuela.

Estuvo en la Sierra Maestra y según el testimonio de la hoy Generala de Brigada de las Fuerzas Armadas de Cuba, Delsa Esther (Teté) Puebla, quien lo conoció en las montañas del Oriente cubano, Carlos Bastidas se enamoró de la gesta revolucionaria encabezada por Fidel, a quien entrevistó, y como periodista colaboró con el seudónimo de Atahualpa Recio en las transmisiones de la emisora guerrillera Radio Rebelde, fundada el 24 de febrero de 1958.

Por decisión de sus padres y de su hermano Edmundo Bastidas, quien reside actualmente en la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, los restos de Carlos reposan en un Panteón dedicado a héroes y mártires de Cuba, en el Cementerio Cristóbal Colón de La Habana, donde cada 13 de mayo se le rinden honores y se le recuerda como el último periodista asesinado en Cuba.