La Habana, 23 jun (rhc-agencias) El futuro de Colombia será la paz, afirmó hoy el presidente de Cuba, Raúl Castro, en la ceremonia de firma del acuerdo para el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, para avanzar hacia el fin del conflicto armado más antiguo en Latinoamérica.
El presidente Raúl Castro celebró el acuerdo de paz y cese al fuego bilateral firmado entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (Farc-EP), y aseveró que el proceso de paz en el país neogranadino es irreversible.
"El proceso de paz no tiene vuelta atrás (...) la paz será la victoria de toda Colombia, pero también de toda nuestra América", exclamó en su discurso pronunciado luego de la concreción del acuerdo.
El mandatario señaló que los trascendentales acuerdos firmados acercan a las partes "al fin del conflicto armado que por mas de cinco décadas ha sufrido el amado pueblo de Colombia". "La paz no es utopía, es un derecho legítimo de cada ser humano (...) es una condición fundamental para el disfrute de todos los Derechos Humanos, para el derecho supremo a la vida", dijo.
En los diálogo de paz, los gobiernos de Cuba y de Noruega actuaron como garantes del proceso, mientras que Chile y Venezuela hicieron lo propio en calidad de acompañantes.
El mandatario de Colombia, Juan Manuel Santos, y el máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejñercito del Pueblo, Timoleón Jímenez, recibieron los documentos firmados por los jefes de los equipos negociadores de manos de Raúl Castro.
La rúbrica del documento sobre la dejación de las armas, garantías de seguridad y lucha contra organizaciones criminales contó con la presencia del Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon.
Asimismo, asistieron los presidentes Nicolás Maduro (Venezuela), Ernesto Peña Nieto (México), Michelle Bachelet (Chile), Salvador Sánchez (El Salvador) y Danilo Medina (República Dominicana y titular pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
La ceremonia contó con la asistencia del canciller de Noruega, Borge Brende, y representantes de Estados Unidos, la Unión Europea y de organos de la ONU.