La Habana, 23 junio (RHC)- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseveró este jueves que les llegó la hora de ser un país de paz y de esperanza tras la firma del acuerdo del cese al fuego bilateral y definitivo con las FARC-EP, que constituye un paso más cerca hacia el fin del conflicto interno de más de 50 años.
Nos llegó la hora de vivir sin guerra, nos llegó la hora de ser un país de paz, un país con esperanza, expresó Santos desde La Habana, Cuba, donde se firmó el acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP).
Colombia se acostumbró al conflicto, nos acostumbramos al horror de la guerra, hoy por fortuna con lo que se acaba de firmar se abre un nuevo capítulo que nos devuelve la esperanza", manifestó.
El mandatario recordó que han sido más de 30 años de intentos para poner el punto final al conflicto con las FARC y hoy hemos dado el paso más definitivo, en referencia a los puntos alcanzados: cese al fuego bilateral y definitivo, dejación de armas y garantías de seguridad.
Santos destacó que este jueves se acordó el fin de las confrontaciones y se definió un programa preciso para que las FARC-EP dejen las armas para siempre, lo que significa el fin de las FARC-EP como grupo armado.
El presidente colombiano reconoció la labor de los funcionarios de las Naciones Unidas, los países observadores amigos de Colombia que garantizarán que el cese al fuego se respete y la dejación de armas sea efectiva.
En la reunión, Santos enfatizó en la importancia del fin del conflicto con las FARC-EP: no habrá más niños ni jóvenes en la guerra, los colombianos podrán vivir sin miedo a la confrontación. Habrá justicia para las víctimas.
Igualmente afirmó que las familias expulsadas por la violencia regresarán sin temor, y habrá en el país una democracia fortalecida. Habrá una paz duradera, esa es la realidad de los acuerdos de La Habana y el futuro a nuestro alcance.
El mandatario olombiano dijo que el acuerdo final será firmado en Colombia y agradeció a todos los que han contribuido en estos diálogos, en especial a Cuba.
La paz ya no es un sueño, la paz se hizo posible, ahora es posible. Vamos a construirla, concluyó.
(Granma)