Medicina cubana: nuevo año, nuevos planes

Editado por Jessica Arroyo Malvarez
2017-12-23 11:10:50

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Por Betty Hernández Quintana*

La Habana, 23 de dic (RHC) Cada año Cuba ratifica su estatus como potencia en el rubro sanitario, y este 2017 no fue la excepción a pesar del devastador efecto de los fenómenos atmosféricos que asolaron al Caribe, y por supuesto, a la isla también.

Actualmente, una de las líneas de acción más promovidas por las autoridades de salud en la isla es el enfrentamiento y prevención de enfermedades transmisibles. De hecho, este año una de las instituciones insignes de Cuba en este sentido, el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) cumplió 80 años con importantes logros para la salud.

Al respecto, la Jefa de Departamento de Virología del IPK, María Guadalupe Guzmán, en exclusiva a Prensa Latina destacó que la entidad crece cada día ratificando la idea del Comandante Fidel Castro de que debía ser un centro para Cuba y para la humanidad.

La especialista relató que el IPK fue fundado por el prominente científico Pedro Kourí Esmeja en el 1937, y se dedicó inicialmente a las enfermedades parasitarias, las cuales representaban un serio problema en Cuba durante los años 1940 y 1950.

“En los años 70 el comandante en jefe Fidel Castro decidió que había que revitalizar el Instituto y sus áreas de trabajo se amplió a todas las enfermedades transmisibles, como arbovirosis, micóticas, entre otras”, agregó.

Además, resaltó que el enfoque a las afecciones de salud en dicho centro se aborda desde todos los enfoques posibles, es decir tanto en el aspecto clínico como en el laboratorio.

Uno de los logros del IPK es su trabajo en la formación de profesionales en la Mayor de las Antillas y el resto del mundo a través de cursos, doctorados y maestrías.

Otra línea es nuestro trabajo junto al Ministerio de Salud para enfrentar situaciones con las enfermedades transmisibles, el cual abarca desde los padecimientos más comunes hasta las emergentes, comentó.

En ese sentido, el IPK tiene los laboratorios de referencia que vigilan el país para los diferentes microorganismos, y además está capacitado para enfrentar y controlar epidemias o afrontar algún problema biológico desconocido.

En cuanto a los avances científicos del Instituto, la experta reconoció que este año la entidad publicó el descubrimiento de un gen humano de resistencia al dengue.

Esa arbovirosis tiene gran impacto en Latinoamérica y el Caribe transmitida por el mosquito Aedes Aegypty, agente conductor de otras enfermedades como el Zika y la fiebre amarilla.

Otro hito reciente del IPK fue el hallazgo de una variedad del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) que induce la evolución, es decir que acelera la velocidad que la variante normal CR19, destacó Guzmán.

Desde el punto de vista epidemiológico social también tenemos buenos resultados en el tratamiento a niños con VIH y ayudamos en la eliminación de la transmisión congénita de dicho virus y la sífilis de madres a hijos, certificada por la Organización Mundial de la Salud hace varios años.

Ahora estamos enfrentando proyectos en los vectores que afectan la isla, como es el caso del Aedes, indicó la funcionaria del IPK.

Detalló que la entidad tiene en marcha proyectos para frenar los problemas con ese mosquito mediante técnicas como “insecto estéril” o la bacteria “Wolbachia”, la cual impide que los mosquitos transmitan enfermedades.

El primer caso es la liberación de insectos estériles, por lo cual, cuando copulan con la hembra Aedes no se reproduce la especie, explicó.

El segundo caso apuesta por la liberación de mosquitos infectados con la Wolbachia, y eso frenará las infecciones con arbovirosis, continuó.

Según la especialista, actualmente ambos están en la fase de observación en los laboratorios para posteriormente, si es viable, comenzar con la liberación de los insectos.

Otra novedad de Cuba es un proyecto para la detección temprana de la fibrosis quística.

Al respecto, la presidenta de la Sociedad de Pediatría Gladis Abreu en exclusiva a Prensa latina declaró que la industria biotecnológica del país produjo un reactivo para detectar ese padecimiento, cuyas principales víctimas son los niños.

En el mundo existe la posibilidad de hacer un pesquisaje al momento del nacimiento, herramienta que Cuba no había podido adquirir hasta el momento por su alto costo en el mercado internacional y las prohibiciones del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos”, dijo.

Según Abreu en la Mayor de las Antillas ya se hizo un estudio para comparar el producto nacional con la versión foránea y se hará una prueba piloto en 2018 en cinco provincias del país para corroborar su efectividad en el pesquisaje neonatal.

La especialista explicó que el reactivo se sumará a las mismas pruebas de sangre a las que se someten todos los recién nacidos en el país para detectar diversos padecimientos metabólicos desde la primera semana de vida.

“Eso nos permitiría tener un diagnóstico más temprano y comenzar a tratar al paciente desde edades tempranas y mejorar la supervivencia de esos niños”, explicó.

Sobre la fibrosis quística, la doctora indicó que en Cuba la enfermedad no tiene una alta incidencia, pues solo hay reportados 290 casos, de los cuales 60 por ciento son menores de 19 años, y la mayoría están en una etapa escolar.

“Es un padecimiento complejo que demanda muchos recursos, un equipo multidisciplinario, antibióticos costosos, enzimas pancreáticas, fisioterapia, y apoyo familiar” precisó.

Según la experta, en el país caribeño el Ministerio de Salud tiene un programa que apoya todas esas actividades y trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas con ese padecimiento.

Gracias a ello, desde la década de 2000 se ha visto un descenso en la mortalidad y consecuentemente un aumento en la supervivencia a la fibrosis quística, añadió.

“De los 290 casos, el 13 por ciento cuentan más de 30 años, lo cual es un resultado importante de la medicina cubana”, agregó.

La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria, que los padres a veces no la padecen, sin embargo la transmiten a los hijos, describió la Abreu.

“Es una proteína alterada que hace que las secreciones, especialmente en el aparato respiratorio sean más espesas de lo normal y lleguen a obstruir las vías inhalatorias y dan pie a la aparición de una enfermedad crónica que deteriora el pulmón”, detalló.

Con estas nuevas metas y muchas otras por confirmar aún, el rubro sanitario cubano culmina un 2017 exitoso y abre las puertas a un nuevo año con nuevos retos y nuevos objetivos.



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