San José, 6 sep (RHC) Los ticos entre 11 y 22 años consumen medicamentos opioides para drogarse, revela la V Encuesta Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población de Educación Secundaria, del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).
El estudio incluyó siete mil 71 estudiantes de 60 colegios técnicos y académicos de todo el país y entre sus resultados más relevantes están que un 9,6 por ciento respondió que consumió ese tipo de medicamento en los anteriores 30 días, y un 6,3 por ciento lo usó también en ese lapso, pero sin prescripción médica.
De acuerdo con el IAFA, esos porcentajes superan los correspondientes a los medicamentos estimulantes y a los tranquilizante, ya consultados en encuestas anteriores.
El IAFA precisa que los opioides son una clase de sustancia que incluyen la droga ilegal heroína, los opioides sintéticos (como el fentanilo) y ciertos analgésicos que están disponibles legalmente con prescripción médica, como la oxicodona, la hidrocodona, la codeína, la morfina y muchos otros.
Refiere que estas drogas se relacionan químicamente e interactúan con los receptores de opioides en las células nerviosas del cuerpo y del cerebro.
Los analgésicos opioides por lo general son seguros cuando se toman por un período de tiempo corto y siguiendo las indicaciones del médico, pero como además de calmar el dolor generan euforia, a veces se los utiliza en forma inapropiada, es decir, se toman en forma diferente a la indicada, o en mayores dosis o sin la receta de un médico, señala.
Pero, prosigue, aún el consumo regular puede llevar a la dependencia, y si se los usa en forma inapropiada, los analgésicos opioides pueden llevar a situaciones de sobredosis y causar la muerte. Entre los más comunes en Costa Rica, el IAFA menciona paracetamol con codeína, tramadol y codeína.
Consultado al respecto, el especialista del Centro de Atención Integral sobre Drogas para Personas Menores de Edad de IAFA Eddy Marchena, indicó que el aumento en el consumo de estos medicamentos sin prescripción médica podría obedecer a la disponibilidad del producto (incluyendo el mercado negro); la poca información sobre las consecuencias de consumo; por curiosidad y la poca supervisión de los padres y/o encargados.(Fuente:PL)