Detectan en tres países nueva variante de la COVID-19

Editado por Bárbara Gómez
2021-11-25 18:56:27

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Imágen: Internet.

Un motivo de preocupación llega desde Sudáfrica, donde científicos y autoridades sanitarias confirmaron la detección de una nueva variante del coronavirus, identificada como B.1.1.529.

La variante presenta una constelación muy inusual de mutaciones, pero su significado aún es incierto, explicó el profesor Tulio de Oliveira, de la Plataforma de Innovación en Investigación y Secuenciación de KwaZulu-Natal.

La variante B.1.1.529 se detectó por primera vez el 11 de noviembre en Botsuana, donde ya se han secuenciado tres casos. Más tarde se confirmaron seis casos en Sudáfrica y uno en Hong Kong en un viajero que regresaba del país africano.

La preocupación se deriva de su posible impacto en la transmisibilidad y por su potencial capacidad de evadir la inmunidad o protección previa.

Tom Peacock, virólogo del Imperial College de Londres, publicó esta semana en el sitio web de intercambio de genoma GitHub detalles sobre una nueva variante de la COVID-19 que posee un número extremadamente alto de mutaciones y que podría desencadenar nuevas oleadas de la enfermedad.

La cantidad increíblemente alta de mutaciones en la proteína de pico sugiere que esto podría ser una preocupación real, escribió Peacock.

Concretamente, esta nueva variante presenta 32 mutaciones en la proteína de pico, capaces de afectar a la capacidad del virus para infectar células y propagarse, así como dificultar que las células inmunes del cuerpo lo ataquen.

En un hilo de Twitter, Peacock señala que mucho debería ser monitoreado debido a este horrible perfil de picos.

Peacock concluyó que la exportación de la variante a Asia implica que podría estar más extendida de lo que muestran los datos de secuenciaciones de genomas.

“Mutar hasta extinguirse”, el extraño curso de la variante delta que desconcierta a Japón

Japón respira tranquilo y este martes 23 de noviembre registró poco más de 100 nuevas infecciones. Foto: Getty Images

El pasado mes de agosto Japón se encontraba en medio de la quinta y mayor ola de coronavirus desde que comenzó la pandemia. Llegó a registrar más de 20 000 casos diarios.

Aquel rebrote estaba impulsado en gran medida por la variante delta que arrasó por el mundo entero y que por su alta transmisibilidad acabó reemplazando a otras mutaciones del patógeno.

Pero aquel mes fue también un punto de inflexión para el país asiático.

Desde entonces los casos se han desplomado a un ritmo vertiginoso y hoy, mientras varios países con porcentaje de vacunación similar combaten una nueva ola de contagios, Japón respira tranquilo y este martes 23 de noviembre registró poco más de 100 nuevas infecciones.

Y según un grupo de científicos, una explicación que toma fuerza en esta desconcertante caída de casos es que la variante delta podría estar, literalmente, autodestruyéndose.

¿Es esto posible? ¿Podría repetirse en otros lugares del mundo?

Múltiples causas

Varias hipótesis pueden estar detrás de esta repentina caída de casos e incidencia de la variante delta.

Más del 75% de residentes ya fueron vacunados en Japón y las medidas de distanciamiento social y el uso extendido de mascarillas son seguidos a rajatabla por la población, reportan medios nacionales.

Pero otros países reúnen condiciones similares y registran muchos más casos diarios. En España, por un ejemplo, un 80% de residentes ya recibió la vacunación completa y las mascarillas siguen utilizándose en espacios cerrados.

Y este martes, pese a tener una tercera parte de la población de Japón, registró casi 7 000 casos diarios.

Es este tipo de comparaciones la que ha llevado a que científicos japoneses, basándose en observaciones genéticas, manejen la hipótesis de la autoextinción de la variante delta.

La variante delta en Japón era muy contagiosa y desplazó a otras variantes. Pero al acumularse las mutaciones, creemos que se volvió un virus defectuoso incapaz de replicarse, dijo el genetista Ituro Inoue, del Instituto Nacional de Genética en Japón, al periódico The Japan Times.

Considerando que los casos no han aumentado, creemos que en algún momento durante esas mutaciones el virus se dirigió directamente hacia su extinción natural, agregó Inoue.

La teoría de Inoue arroja algo de luz sobre la desaparición tan repentina de la variante delta en Japón que sorprende a muchos.

Sobre todo teniendo en cuenta que recientemente muchos países occidentales, con vacunaciones avanzadas, han tenido que retomar estrictas medidas de confinamiento.

Pero Japón parece ser un caso peculiar en que los casos de coronavirus se desploman en caída libre a pesar de que trenes y restaurantes están llenos desde que acabó el último estado de emergencia el pasado octubre.

Que distintas variantes de un virus desaparezcan es algo que lleva sucediendo desde el comienzo de la pandemia. Sucede todo el tiempo en virus de animales y humanos. Recordemos que las variantes alfa, beta y gamma han sido mayoritariamente reemplazadas por las variantes delta, contextualiza para BBC Mundo el virólogo Julian Tang, de la Universidad de Leicester en Reino Unido.

Esto es realmente una cuestión de aptitud viral en cualquier anfitrión. Quizás hay algo en la inmunidad de la población japonesa que ha cambiado la forma en que el virus se comporta allí. El tiempo dirá si pasará también en otro país, agrega Tang.

Estudios previos han probado que en Asia hay más personas que tienen una enzima de defensa llamada APOBEC3A y que ataca a distintos virus, incluido el coronavirus que causa la COVID-19, en comparación con los habitantes de otras regiones como África y Europa.

De este modo, investigadores del Instituto Nacional de Genética y la Universidad Niigata estudiaron si esa enzima podía inhibir la actividad del coronavirus.

El equipo comparó datos de diversidad genética de las variantes delta y alfa en muestras clínicas infectadas en Japón entre junio y octubre. Durante el estudio, observaron que las mutaciones del virus parecieron detenerse repentinamente en medio de su desarrollo evolutivo, se volvieron defectuosas e impidieron la replicación del virus.

Encontraron mutaciones en la proteína nsp14, que tiene que ver con la reparación de defectos de replicación. Si hay más mutaciones de lo normal en esta proteína, estas pueden inactivarla o hacerla ineficiente, lo que puede originar una debacle en el patógeno, explica el profesor José Manuel Bautista, catedrático de bioquímica y biología molecular de la Universidad Complutense de Madrid en España.

A pesar de que Bautista cree que la caída abrupta de casos se debe también a factores como la vacunación masiva y las medidas de distanciamiento, le llama la atención el pronunciamiento de la curva de contagios.

Lo normal es que baje poco a poco si la gente se aísla, porque los ya infectados siguen notificándose días más tarde. Es bastante dramática y exagerada la caída de casos y apunta a que la teoría de la autodestrucción es posible, añade el académico.

A pesar de la sorprendente caída de casos en Japón, los científicos guardan cautela y evitan hacer diagnósticos sobre lo que pueda pasar en el futuro.
La pandemia está en constante evolución y ha demostrado que, a pesar de vacunaciones y medidas de contención, el mundo todavía no está a salvo de nuevos rebrotes. (Tomado de Cubadebate).

 



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