por Yudy Castro Morales

En Zimbabwe, país de África con escasos profesionales de la medicina, la población es testigo de la solidaridad del pueblo de Cuba gracias a la colaboración de los médicos de la isla.

La segunda ciudad más importante de esa nación, Bulawayo, es pródiga en referencias espontáneas y diversas sobre Cuba que suceden a la vuelta de cualquier esquina, y ello debido a los 11 colaboradores cubanos de las salud presentes en esa región.

Un ejemplo es el del zimbabwense Kervin Raymond, quien en 2008 vino a Cuba a estudiar a la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río, con un manojo de expectativas, y ahora intenta llevar a su consulta aquello que aprendió en la isla.

El médico labora en el hospital Unido y aunque el sistema sanitario en su país es muy diferente al de Cuba, hay experiencias de su aprendizaje en el país caribeño que le calaron hondo, como es poner al paciente en el centro de la salud pública y trabajar en función de sus necesidades.

De los cubanos, el profesional dijo que admira la salud gratuita y para todos, la humildad, la ausencia de innecesarios protocolos y falsas jerarquías entre médicos y pacientes, la capacidad movilizadora para ayudar a otros países, y sobre todo la defensa eterna de las causas justas.

Para Kervin, Cuba es su segunda Patria, el lugar donde aprendió los principios de la solidaridad, se integró a los movimientos estudiantiles y asumió los preceptos del internacionalismo.

Sueña, confesó, con ver esos valores en su país y espera que algún día la salud pueda llegar hasta aquellos lugares a los cuales solo asisten hoy los cubanos, que tienen una influencia muy positiva para la población de Zimbabwe.

“Porque es grandioso ver cómo han podido los cubanos, sin recursos económicos prácticamente, ofrecerle lecciones al mundo de solidaridad y desprendimiento”, afirma.

En el caso de Sarah Nyamukondiwa, una zimbabuense como tantas que andaban a prisa con sus niños a la espalda, asegura que los cubanos son gente buena, sobre todo los doctores, quienes tienen un corazón muy amable.

“Los médicos del Hospital Mpilo, particularmente, son muy buenos. Amamos a todos los cubanos y agradecemos todo lo que hacen. Gracias Cuba”, contó por su parte Mindu Tafadwa.

Mientras, Nomalanga Dube afirma que su tía fue a estudiar Química, Biología y Ciencias Aplicadas, y por ella supo que Cuba es un gran país de gente buena.

 

(Cubadebate)